Pueblo Valldemossa |
Me maravillan tus aguas cristalinas, tus entonos de rocas, tus playas de arena blanca, explican perfecto tu ser: áspero y rocoso, duro al caminar bajo un sol que arde y que quema con gusto todo lo que no cubra la sombra, pero suave y sutil a la hora del alba, si se cierran los ojos se puede sentir como el aire fresco acaricia la cara de nativos y turistas.
Turistas frenéticos, escapando por unos días de sus vidas rutinarias, llegan a tus playas buscando la serenidad y calma que solo el Mediterráneo puede darles. A cualquier costo y a través de muchos excesos logran deshinibirse, borrar de sus mentes las responsabilidades y los problemas de esas vidas suyas que dejaron en sus países, ciudades que por una noche están a millones de kilómetros de distancia.
Los locales se creen inmaculados ante tus atardeceres, vivos y jóvenes. Sus pieles, ojos y cuerpos parecen sacados de revistas de moda, como si de alguna manera nacer en estas islas les hiciera más bellos que los demás, e incluso poderosos. Dioses milenarios que muchos ven con recelo, sin embargo, sospecho que cómo los turistas, ellos también quisieran escapar por un momento del paraíso.
Lujosos yates, bulevares, comida para paladares exquisitos, estas islas se alejaron de todo tipo de sufrimiento. Aquí la gente no sufre y si lo hacen, lo disimulan tremendamente bien. Si hay una realidad paralela, es esta del Mediterráneo.
¿Qué tienes Mediterráneo?
¿Tú aire salado?
¿Cielos azules sin reparo de nubes?
Playa Sa Calobra, Mallorca |
Hasta con cielos grises te presentas espledorosa, pero escondes algo, hay algo que no puedo descifrar. Te presentas perfecta, pero hay algo. Algo que no estás dispuesta a mostrarme.
El invierno, ¿quizás? Cuando el viento del norte sopla fuerte sobre tus costas, la gente se esconde y te encuentras desolada por muchos meses. Es eso, eres como una mujer que no se entrega del todo, porque sabe que el amor que te damos es de a poco, momentáneo, simplista para todo lo que tú nos das en verano. Para ti, somos simples ingratos que te utilizamos sin respeto, sin decoro y sin amor del bueno.